jueves, 1 de octubre de 2015

Renueva tu tablero de corcho

Hola a tod@s,

hoy os traigo cuatro sencillos pasos para darle un gran giro a un tablero de corcho. Si os aburre ya ese corcho marrón que tenéis colgado ya hace algún tiempo, os animo a que en un par de horas le déis vuestro toque especial.

Os explico lo que yo he hecho. Limpié el corcho y le quité todo lo que tenía clavado. Pinté el marco de madera con pintura acrílica blanca rebajada con agua, para no tapar las vetas de la madera. Le dí tres capas de pintura, hasta que conseguí el resultado que buscaba, la primera mano se la dí más aguada y las otras dos con la misma proporción de agua y pintura. Todo dependerá de cómo queráis que quede el marco.

Una vez bien seco el marco, medí el interior y corté una tela a su medida. La pegué con la pistola de silicona solo por los bordes, extendiéndola bien y tensándola para evitar arrugas y bolsas.

Para aprovechar mejor el tablero, he añadido dos "recipientes de almacenaje" para tener siempre cerca bolígrafos, lápices, notas, chinchetas...., para que me ayuden a apuntar y pinchar notas de forma rápida. Ambos los he realizado con material de reciclaje. El más alto es un bote de bastoncillos de algodón, al que le he quitado la tapa superior y he decorado con washi tape de dos tamaños y diseños, y que me servirá para tener a mano bolis, rotuladores, lápices,... El segundo es la parte interior de una caja de cerillas, que he decorado con los mismos diseños de washi tape, donde tendré las chinchetas, y materiales más pequeños. Ambos los he clavado con chinchetas planas, que me permite cambiar su posición dentro del tablero según las necesidades. También los podéis fijar al tablero con la pistola de silicona.

Tras esto, adherí varios clips fuertes al marco en un lateral, que me servirán para tener en el tablero bloques de papeles que no podría atravesar con una chincheta por su grosor o aquellos papeles que no quiero estropear haciéndoles un agujero con la chincheta. Los pegué igualmente con la pistola de silicona.

Os muestro los pasos y el resultado final a continuación.






Como véis, el cambio tanto estético como funcional es grande. Y ahora, ¡¡la imaginación al poder!!, podéis hacer lo que queráis, no necesitáis hacer una inversión alta, aprovechad los materiales que tengáis y sacarle partido a los retales de tela que os hayan sobrado.

Espero que os haya parecido interesante la idea, ya me diréis si os atrevéis a hacer algo parecido.

Besos de papel.

María.

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